Cultura, patrimonio e identidad desde O´Higgins

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Mariano Salas y el camino de la gestión cultural en Rengo

La primera “Escuela de Arte Creativa”, las acciones virtuales y presenciales de “Rengo Creativo”, más el trabajo con los artistas locales, son los pilares de la gestión cultural que lleva adelante Mariano Salas y su equipo para generar un ecosistema de desarrollo creativo en Rengo.

Fotos: Natalia Morales

Nos conectamos con Mariano Salas desde el estudio donde graba “Por Amor al Arte”, programa de difusión cultural de “Rengo Creativo”, marca que identifica al área de cultura municipal. Su agenda es intensa, con tres años a cargo del área de cultura en la Municipalidad de Rengo y su experiencia previa con la Casona Cultural de Pichidegua, sorprende su formación original en derecho y su dedicación por 15 años a la asesoría de empresas.

Tras dos intentos de titularse de la carrera de derecho, manejar una empresa de innovación en biotecnología y dedicarse 15 años a la consultoría jurídica y tributaria en Santiago, “necesitaba un respiro y planteé un proyecto para desarrollar una empresa de cicloturismo en Pichidegua” nos cuenta. El proyecto no funcionó por falta de mercado, pero en ese proceso se hizo amigo del entonces alcalde Adolfo Cerón, quien le ofrece gestionar la Casona Cultural de Pichidegua. Y así ingresa al mundo de la gestión cultural.

Tras su viaje al 9° Encuentro de Distritos Creativos de América y Europa, en Medellín, donde compartió la experiencia de Rengo con otros países, reflexiona acerca de su experiencia y la gestión cultural desde los gobiernos comunales.

Cuando llegaste a una comuna rural como Pichidegua. ¿cómo era el ámbito cultural ? 

Para mí, que venía del mundo de la consultoría, esto era un objeto de estudio. Conocer la relación que había con los artistas locales, la falta de espacios, la creencia de que era un pueblo fome, la opinión de que a los artistas locales sólo los llamaban para beneficios, que para los shows grandes se gastaba un dineral en otros artistas de afuera. En fin, encontré un relato común para toda la región y especialmente para las comunas chicas y en su mayoría rurales.

¿Cómo fue la experiencia en la Casona Cultural?

Le propusimos a Adolfo armar un centro que fuera como un “Farol de Cultura”. Sabíamos que la oferta cultural en Pichidegua era limitada, la mayoría eran grupos folclóricos, rancheros y de baile.

Teníamos una sala para 70 personas, y la usamos como un experimento cultural y ver qué pasaba en una comunidad de 17 mil habitantes donde 7 mil son urbanos. Les ofrecimos una oferta cultural todos los fines de semana y dio para probar de todo: bandas de música celta,  hip hop, música clásica, barroca, orquestas, coros, teatro. Fuimos la primera comuna en la región que trajo “Historia de un Oso” (ganadora de un Oscar) y recibimos invitados internacionales como la baterista cubana Yissy García, el pianista brasileño André Marques o el saxofonista japonés Motoharu Fukada. Fue una verdadera explosión cultural. 

¿Qué resultados tuvieron con este experimento cultural? 

Logramos instalar un concepto: la Casona Cultural de Pichidegua como un lugar donde ocurrían cosas. Entonces empezó a correr la voz entre los músicos y la comunidad. También se logró equipar técnicamente, porque se ganó una subvención presidencial de 50 millones que nos permitió producir y comenzar a grabar. Fuimos uno de los 9 espacios culturales en Chile que se ganó el Fondo de Intermediación Cultural, lo que nos aseguraba programación para un año y medio. Era el sueño del pibe. 

¿Cómo llegaste al Municipio de Rengo?

El 2018 me llamó el alcalde de Rengo para que me hiciera cargo de la gestión cultural y me vine con el foco de hacer desarrollo cultural local. Acá todo era muy distinto. Había un teatro y un centro cultural en Rosario. Teníamos espacios que explotar. 

El 90% de los artistas era de Rengo y había más de 60 expresiones musicales entre ellas:  bandas, 5 compañías de teatros, colectivos de artesanos y pintores.

El 2019 llegó el estallido social y luego el 2020 la pandemia. ¿Cómo se adaptaron?

Hubo un gran apagón cultural. Nos pasó además que estuvimos con el alcalde fuera 8 meses y volvimos en febrero de 2021. Ahí echamos toda la carne a la parrilla con el tema virtual.

Al arte hay que mantenerlo vivo y eso solo se logra contratando al artista. Convocamos a 30 artistas para conciertos on line, armamos un estudio en Rosario con distintas escenografías.

De esa intervención, subió el nivel de artistas que ofrecían serenatas a domicilio por ejemplo  y como tenían su video, podían hacer más negocios. Nos propusimos ser capaces de generar una “no ayuda solidaria” sino una forma de contratación de su arte. 

La respuesta a la crisis fue crear el concepto de “Rengo Creativo” y abrir un paraguas de desarrollo conceptual audiovisual. Y funcionó.

¿Cómo ha sido el panorama después de la pandemia?

Siempre la expectativa era que los primeros en cerrar y los últimos en abrir eran los espacios culturales. Comenzamos a recuperar públicos e iniciamos un largo proceso de recuperar las confianzas de la gente.  No contábamos con que íbamos a tener una crisis de sensación de inseguridad como la que tenemos ahora. La gente no sale porque tiene miedo a que la asalten. Ha sido complicado volver a encantar a los públicos y llevarlos a los espacios. Hay que ser ingeniosos en eso, pero nos ha ido bien.

Rengo, Territorio Creativo

A finales del 2018, Rengo desarrolló su Plan Municipal de Cultura junto a la comunidad, documento en el cual se definió que la visión y la misión estaban orientadas a desarrollar ecosistemas virtuosos de economías creativas y a proyectar a Rengo como un polo de desarrollo para las economías creativas a nivel regional y nacional.

Así nace el concepto “Rengo Creativo”, que es la marca de ciudad que quieren posicionar, y que en pandemia se enfoca al trabajo audiovisual virtual y qeu posteriormente deriva al territorio.

¿Cómo se estructura el trabajo de “Rengo Creativo”?

Hicimos tres cosas que venían mandatadas por nuestro Plan Municipal de Cultura: Primero, armamos un fuerte trabajo organizacional dentro del municipio, instalamos la cultura como un fenómeno administrativo, que tiene sus características especialidades y tratamientos, definiendo protocolos que abordan temas de finanzas, jurídicos y de presupuesto que nos permitieran tener ese tránsito claro conforme a la ley. 

En segundo lugar, trabajamos con las juntas de vecinos como puntos culturales, con validez en su territorio, y empezamos a asesorarlos en la postulación a los fondos comunitarios (FNDR) del Gobierno Regional. 

Y lo tercero, fue cambiar el paradigma formativo en materia cultural en Rengo, transitando desde la costumbre de tener muchos talleres anuales que eran los mismos, con la misma gente todos los años, para formar una “Escuela de Arte Creativa”, primer proyecto a nivel regional de formación curricular evolutiva en 4 líneas: artes visuales, artes escénicas, danza y música.  La escuela tiene cátedras, teoría,  práctica, y se imparte en dos años, donde cada alumno de los 300 inscritos que tenemos actualmente, va por lo menos a 3 clases a la semana.

La “Escuela de Arte Creativa”, “Rengo Creativo” en su versión virtual y presencial, más el trabajo de las economías creativas tanto en el mundo municipal como con los artistas, es lo que nos permite movernos. Esta es la forma en que hemos dado respuesta al Plan Municipal de Cultura (PMC) de cómo generar un ecosistema de desarrollo creativo.

“Rengo Creativo” ha traspasado las fronteras comunales. Cuéntanos más de esto.

Hoy tiene un posicionamiento a nivel de visualizaciones no solo a nivel comunal sino fuera de ella. Estuvimos transmitiendo en vivo un evento en Valparaíso con artistas como Redolés, Pancho Sasso y Titae, en el cual nuestro equipo hizo el registro a cuatro cámaras y la transmisión on line.

Estamos comenzando a proveer de contenidos culturales a distintos medios on line y de cable. Tenemos un convenio con TV Mundo con programación con el canal Vitalia TV y estamos cerrando con un canal de San Vicente (XTV) para mostrar nuestro contenido semanalmente. Esto nos ha permitido exportar a “Rengo Creativo” y tener a 600 mil potenciales televidentes desde Viña del Mar hasta BíoBio.

¿Cómo manejan el presupuesto? ¿Postulan a fondos concursables, el municipio le da prioridad a la cultura?

Nosotros no tenemos una Corporación ni una Fundación. Nuestras fuentes de financiamiento son dos: una son los proyectos que podamos gestionar y que me encanta: la mitad del equipo de gestión se dedica a esto porque hay que postular, postular y postular a todo. 

Y tenemos la suerte de que nuestro alcalde nos deriva los presupuestos que necesitamos para operar con todo. Yo, de verdad, no puedo quejarme del presupuesto para el área de cultura.

¿Con cuántas personas cuenta el equipo de cultura?

Somos 12 personas: tenemos un área audiovisual, una técnica, una de producción y un área de gestión. Atendemos dos espacios culturales, además tenemos 30 profesionales que hacen la rueda completa de la escuela creativa, más la gente puesta en territorio, o sea igual movemos una cantidad de personas considerable. Y es bueno, porque eso nos permite dar pega.

Redes Culturales

Mariano Salas es un férreo defensor del trabajo en red entre actores ligados a las artes y la cultura, pues asegura que es lo único que puede mantener viva la gestión en los territorios, a pesar de los diferentes enfoques de los gobiernos de turno y los periodos municipales supeditados a la reelección.

En este sentido, desde su experiencia en cultura en dos municipios de O´Higgins, valora las instancias desde el Gobierno Regional para generar redes, las cuales han permitido a comunas más pequeñas y rurales poder afrontar mejor las brechas de gestión y los problemas del ecosistema cultural que se repiten en la región y que se pueden afrontar de mejor manera con las lecciones aprendidas.

¿Cómo piensas que la cultura aporta al desarrollo social de las comunas?

La cultura es vital porque moviliza mucha gente desde diversas órbitas. Desde los cabros que están hiphopeando en la esquina, que están haciendo arte, hasta los adultos que tocan los domingos en las iglesias sus bellos instrumentos y están haciendo música. 

Tienes una sociedad transversalmente cruzada por expresiones artísticas, patrimoniales, religiosas, culturales y de moda. La gestión y la conducción de eso es super vital, es un lenguaje común, es una de las pocas formas que tenemos los humanos para ponernos de acuerdo.

¿Crees que los municipios le dan importancia al tema cultural? ¿Cómo ves esto a nivel regional?

Yo creo que las municipalidades hacen lo mejor que pueden con las herramientas que tienen. En contexto, los años 90 y la recuperación de la democracia implicaron que el apagón cultural se mejorara con la intervención de la actividad gratuita por parte del Estado, que ahora recae principalmente en los municipios.

Se entiende que la cultura es una responsabilidad de la “muni” que tiene que llevar el espectáculo y pagar la entrada, pues no les puedes cobrar porque el acceso es para todos. Esto impide generar procesos de economía creativa a favor de bandas que sí tienen una propuesta comercial.

Hay muchas comunas que trabajan en el concepto folclórico patrimonial y que tienen grupos bacanes, con talleres en todas las juntas de vecinos pero no tienen ni idea quiénes son los raperos de su comuna.

En los últimos 10 años, el proceso de modernización del Estado ha implicado mucha capacitación y mucha creación de programas por el lado del emprendimiento y cultura. Ha habido hartas instancias donde empezamos a formar redes, a conversar y darnos cuenta de que tenemos problemas comunes. Vimos que la conducta de los artistas locales se repite como patrones idiosincrásicos y psicológicos en esta región y en el país.

Todo este trabajo desarrollado, como en los municipios de todo el país, está sujeto a una potencial renovación a 4 años. En la región se cambiaron 26 de 33 alcaldes con sus respectivos equipos y esto implicó que todo el colectivo con el que veníamos trabajando durante 8 años a nivel regional, se quebrara.

Lamentablemente se cambian a las personas por otras que no necesariamente tienen el diagnóstico claro, ni las competencias ni la experiencia. Esto pone de manifiesto la importancia que tiene el rol del gestor cultural, de tener buenos instrumentos rectores como el Plan Nacional de Cultura, una buena gestión de los espacios y la planificación de las políticas públicas desde la administración central.

Un estudio señala que las estructuras municipales de cultura, las competencias del personal, las herramientas de planificación, los vínculos con actores comunales y los presupuestos son muy distintos en las diferentes comunas.

Yo tengo una amiga que era la encargada de Cultura, Adulto Mayor, Fomento Productivo y Juventud. Cuando trabajamos en red con los municipios, llega un momento en que como colectivo, esas cosas se van superando. 

Cuando mi amiga tenía un problema, yo le mandaba un técnico para asesorarla en alguna compra y compartir exposiciones, giras de artistas comunes y una serie de apoyos.

Te das cuenta de que la gestión cultural en estas comunas chicas que somos, no da para grandes estructuras. Pero sí tenemos la capacidad de prestarnos ropa y de apoyarnos. Cuando trabajamos en red, llega un momento en que, como colectivo, esas cosas se van superando.

¿Eso surgió también con la Red de Espacios Culturales en la región de O´Higgins (REC’O) en que trabajan más colaborativamente?

Creo que hay que poner en valor toda la pega basal que hizo el equipo de la Ximena Nogueira en el segundo Gobierno de Bachelet, instalando el trabajo de redes con los encargados de cultura municipales y los espacios culturales. 

Si bien después pasamos por un período negro de cuatro años con Lucía Muñoz en la gestión cultural, había una base de corporativismo, de asamblea que nos mantuvo en pie.

¿Qué consejo le darías a otros encargados de Cultura  municipales de la región o del país?

Resiliencia. La vida de la gestión en general y sobre todo de la gestión cultural, pasa por un embudo muy de mierda, que pueden entrar 100 ideas y solamente te financian un proyecto. Entonces, la clave está en presentar muchas ideas y perseverar. Yo creo que la insistencia es el único motor con el cual se pueden hacer cosas. Y buscar aliados, las juntas de vecinos y los organismos culturales del territorio son maravillosos.

Están los afortunados como yo que podemos darnos el gusto de gestionar sin drama, sin que este tema constituya una preocupación. Pero para todos los que sufren los rigores de la gestión, que son la gran mayoría, resiliencia, trabajo, esfuerzo, insistencia, perseverancia, capacidad de adaptación y tolerancia a la frustración. Hay que tener claro eso, ser cuero chancho y seguir adelante.-